A mediados de 2006, Jesús Borrego y Ana Gonzalo (terapeuta y monitora de actividad acuática adaptada en Autismo Cádiz y AsDown Cádiz) inician la búsqueda de una actividad de ocio comunitario para Alejandro, un chico diagnosticado de autismo. Esto llevó a analizar las playas como espacio de trabajo, dado que se trata de un recurso público con innumerables beneficios.
En la playa, el campo del ocio y la actividad acuática adaptada que se desarrolla en las piscinas son perfectamente generalizables, ya que se trata de un contexto sin limitaciones de antemano y abierto a un sinfín de posibilidades de acción en las que la integración se consigue de manera natural.
Jesús, surfista desde hace más de 20 años, conoce las posibilidades que, dentro de las playas, el surf ofrece a quien lo practica. Esto hizo que uniese su vocación profesional como terapeuta del medio acuático y su pasión por este deporte, para que, junto con Ana, comenzasen a investigar y desarrollar un método que acercase el surf a las personas con discapacidad y que utilizase sus principios y beneficios como herramientas de trabajo. El grupo de chicos comienza a crecer y se incorporan muchos de sus alumnos de la terapia en piscina. A partir de aquí ya no sólo trabajan con personas diagnosticadas de autismo, también lo hacen con personas con otras discapacidades, como pueden ser el sindrome de down o asperger, por mencionar algunos ejemplos.
Tras tres años de intenso trabajo Jesús y Ana han logrado desarrollar una terapia global, que trabaja diferentes aspectos, que se centra en la estimulación del esquema corporal para que los niños desarrollen habilidades de ocio comunitario y se diviertan en igualdad de oportunidades.
Tres años de dura labor han desembocado en la creación de la Asociación Solosurf, que proporciona terapia a unos 50 chavales. “Al tiempo que la actividad iba madurando vimos la necesidad de crear una asociación para dar forma jurídica y cobertura social al Programa de Surf Terapéutico, convirtiéndonos en una realidad ya no somos un proyecto”, apuntó Borrego.
Durante un tiempo nuestra prioridad ha sido disponer de un espacio donde trabajar, contando para ello con la colaboración puntual de Escuelas de Surf de Cádiz, como Offshore y AlAndalusurf. Actualmente, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz y a través del concejal de Playas, Santiago Posada, se va a firmar un convenio para poder usar varios módulos de la playa”, indican. “El proyecto de la Asociación SóloSurf ha interesado y podremos usar de forma itinerante algunos módulos, en invierno el de Santa María del Mar y en verano el de Cortadura. Es un logro muy importante porque ya tendremos un sitio para trabajar, hemos de agradecer al Ayuntamiento su interés”, manifestaron ambos.
En resumen
Así pues, la finalidad del centro, se resume en tres puntos básicos; que las personas con discapacidad psíquica realicen una actividad de ocio que les permita integrarse con normalidad y en igualdad de oportunidades; acercar el deporte, el surf y su cultura a las personas con discapacidad y aprovechar los beneficios que el surf y las playas tienen para desarrollar una actividad terapéutica diferente.
La actividad terapéutica está dirigida a estimular los aspectos relacionados con el esquema corporal: coordinación, tónico-posturales, etcétera; educar los aspectos de la propia identidad: autoconcepto,autoestima, afectividad, etcétera; así como otros aspectos de carácter psicosocial. Así, esta actividad se trabajará y planteará objetivos dependiendo de la discapacidad, edad y experiencia vital de cada participante.
La metodología general que la Asociación Solosurf emplea se basa en: una intervención psicomotriz organizada, (centrada en la estimulación de aspectos tónicos, coordinativos, de equilibrios y de esquema corporal adecuados a la edad y discapacidad del participante) con un proceso de aprendizaje y adquisición de habilidades y destrezas relacionadas con la práctica del surf, en función de las características y progresiones de cada uno; la aplicación de Técnicas Educativas Específicas de adaptación y mediación que permitan la comprensión y realización de las actividades, así como la expresión y la autodeterminación de los participantes en el programa y en el entorno físico y social; el juego y la animación como proceso en el cual están inmersos los aprendizajes.
El programa
La base del programa es la práctica del surf, cuyos fundamentos han sido adaptado a las técnicas de intervención acuática adaptada e hidroterapia desarrolladas en las piscinas para el tratamiento educativo y rehabilitador de las personas con discapacidad.
Para ello la entidad desarrolla un método individualizado, basado en la conexión de los participantes con ellos mismos respondiendo adaptativamente a las demandas de su propio cuerpo y del medio físico y social y en el desarrollo de la iniciativa y la expresividad. “El resultado es una actividad muy dinámica y divertida, no carente de retos, puesto que el fracaso forma parte del aprendizaje y las emociones deben ser reguladas constantemente”, explicaron Ana y Jesús.
Las actividades se complementan con un programa auxiliar de autonomía práctica desarrollado en vestuarios.
Contacto
Todas aquellas personas interesadas en conocer más a fondo la Asociación Solosurf pueden hacerlo vía internet a través de http://asociacionsolosurf.blogia.com.
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